Por Luis Enrique Silva Escobar
Juan Riverola giral, personaje de mucho carisma y dedicación nació en la ciudad de Guantánamo, Cuba. Viajó como polizón, con su paisano Isidoro Selmamir, en barco a la ciudad de Amsterdam, donde aprendió hablar inglés.
Al comienzo del boom petrolero decide emigrar a Venezuela y viaja nuevamente como polizón hasta el puerto de Maracaibo. Allí, dado su bilinguismo pronto es muy conocido en las refinerías y empresas norteamericanas. Comienza a trabajar en proyectos de asfaltado como el de la vía de Valle de la Pascua - Chaguaramas. Llega a Puerto Ayacucho para formar parte del proyecto de la carretera transamazónica que, después de la caída del gobierno de Pérez Jimenez es aplazada. Es contratado por el gobernador Pablo Anduze para iniciar el proyecto de asfaltado desde la alcabala de "los negritos" (ahora mercado del pescado) hasta Samariapo y Sipapo, además de la carretera de San Pedro del Orinoco con la respectiva deforestación y pica hasta el Caserío Gavilán. En este proyecto contrata a Pedro Salazar, natural de Santa María de Ipire, Estado Guárico, a Rafael Celestino Cumache (mecánico soldador) de Clarines, Estado Anzoátegui; técnicos y empleados como: Pedro Espejo, Carlos Quinto, David Moronta, Emilio Correa, José Sánchez, Juan Cordero, Aquiles "greñas" Fajardo.
Juan Giral se ve obligado por trabajo de asfaltado a residenciarse en la zona. Decide construir su oficina opertativa en un avión metálico en el cerro de la ahora urbanización Simón Bolívar, en el sitio donde está la actual planta de tratamiento de agua de Puerto Ayacucho. En la cabina del piloto estaría la biblioteca, en el pasillo el área de tertulia y baile y en la cola el baño para damas y caballeros; todo climatizado. También logró diseñar un remolcador fluvial que servía de archivo.
Este singular personaje impactaba con sus ocurrencias. Trajo un carrito acuático marca Renault, y, acompañado de damitas, cruzaba hasta Casuarito, Colombia.
También tuvo la ocurrencia de construir la famosa "casa de la piedra" con la ayuda de Rafael Celestino Cumache. La obra se terminó el 15 de agosto de 1966. Esta obra es ahora patrimonio emblemático para el turismo del Estado Amazonas. Construyó también, en un altiplano del Cerro Perico y con la aprobación del gobernador, un barco que daba la bienvenida a las diversas embarcaciones que visitaban Puerto Ayacucho.
Fuente: Revista "La Iglesia en Amazonas" Año XXIX - Nº 124 - Junio 2009. Pag. 38
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